martes, 11 de octubre de 2011

Día de la Mujer Boliviana

Día de la Mujer Boliviana

Hace 156 años en Cochabamba, ciudad de las mujeres heroicas y patriotas, nacía una mujer, dulce, inteligente y extraordinaria, de aquellas que nacen una cada 100 años; aquella que diera nombre y figura a las letras bolivianas, dentro y fuera del país, ensalzando con su lira poética y sus versos la sensibilidad de la mujer boliviana, con amor y bondad para elevar los corazones tristes del infortunio, especialmente de la gente humilde y desamparada, de la niñez desvalida y huérfana, como de la gente vieja, en el ocaso de la vida; supo darle aliento, vigor y esperanza para seguir viviendo, labrando un futuro con amor, fe y optimismo.

Me refiero es la inolvidable poetisa Adela Zamudio Rivero, nacida en Cochabamba un 11 de octubre de 1854. A pesar de los muchos años de su muerte física, ella sigue viviendo en la mente y corazones bolivianos, como un ejemplo de la nobleza de un corazón sensible y de mente amplia, generosa que guía y educa a todas las generaciones presentes y futuras. Esa ilustre mujer del Siglo XIX inspiró a las damas Elvira Llosa de Salmón, trabajadora social y la diputada de entonces, Lidia Gueiler Tejada, ex presidenta de la República, ellas hicieron aprobar la ley en el Congreso Nacional el año 1964, estableciendo con justicia y reconocimiento el 11 de Octubre como Día de la Mujer Boliviana.

La mujer boliviana es un ser amado y respetado por lo que significa como madre, esposa, amiga, trabajadora humilde, exponente de la sociedad o de rango político, administrativo. Todas tienen un rol sagrado que cumplir en la sociedad y Patria de acuerdo con su preparación cultural y dinamismo.

La mujer de hoy tiene otras aspiraciones por su educación, inteligencia y profesionalismo, ya que vivimos en un nuevo mundo globalizado, que la obligan a un nuevo rumbo en la vida, como profesional, técnica, trabajadora social, líder política, empresaria y todo lo que en el pasado era privativo de los hombres. Se destaca como autoridad y administradora, cumpliendo una delicada e importante función, aunque en pequeño porcentaje. La prueba de ello la observamos desde el Parlamento Nacional, donde mujeres campesinas tienen una representación honorable, con sus derechos como ciudadanas bolivianas, así como en otros poderes del Estado. La mujer boliviana en este nuevo milenio ha dado un paso gigante de conquista de iguales derechos con el hombre, para superarse y suprimir el machismo masculino, cuando estadísticamente en Bolivia las mujeres superan a los hombres en cantidad o sea son el 51% de población.
La mujer culta profesional ha dejado de ser la pareja dependiente y esclava del hombre y de la familia, que sola llevaba la carga de las responsabilidades del hogar, y su liberación por lo menos queda impresa en el papel, con las leyes dictadas en su favor, pero que no se cumplen ni hay autoridad que la defienda a cabalidad. Son numerosas las mujeres ultrajadas, asesinadas, etc. Incluyendo a meno-res, niñas y adolescentes, la mayoría de esas víctimas es de mujeres humildes y pobres, sin protección ni justicia para ellas.

De esta manera, el sexo femenino nacional debe unirse sin discriminación para luchar por estos objetivos: a) Mejorar su educación y dignidad de mujer. b) Cooperar a la salud mental y física. c) Solidarizarse con la defensa del trabajo y medio de vida honesto. d) Promover campañas cívicas y morales para elevar el espíritu de amor, lealtad y civismo para con la Patria y la familia. e) Respetar a la mujer en todo acto social y cultural con dignidad; no tomarla como instrumento nocivo de lucha política, abusando de su condición de humildad, pobreza e insuficiente ilustración personal.

Hago votos para que la mujer boliviana siga luchando por sus reivindicaciones sociales y mejore su condición de vida para la formación de una familia fuerte, unida y feliz



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